La rinomodelación con Ácido Hialurónico es sin lugar a dudas, uno de los tratamientos más pedidos y mas revolucionarios de la ultima década en cirugía estética. Consiste en la inyección de pequeños volúmenes de Ácido Hialurónico en la región nasal con el fin de disimular y corregir temporalmente pequeñas gibas en el dorso de la nariz o también lograr levantar sutilmente puntas nasales.
Lo que debemos como profesionales de la salud es transmitirle a los pacientes, que la Rinomodelación no quita volumen, al contrario, agrega. No es útil si la molestia del paciente es una punta nasal ancha o una nariz demasiado voluminosa con respecto a las dimensiones faciales de cada paciente.
La nariz es una zona sumamente importante y de gran atención visual en el rostro de las personas, con una anatomía muy compleja de entender y por ende de tratar. Un cirujano plástico sería lo ideal al momento de realizar este tratamiento. Constantemente observo rinomodelaciones en narices previas que pedían a gritos una rinoplastia.He aquí mi respuesta a la pregunta que encabeza este blog. La respuesta, para los más inseguros y dubitativos es NO. La rinomodelación no sustituye una rinoplastia, de ninguna forma.
La rinoplastia requiere un conocimiento exhaustivo de la anatomía y región nasal. Tiene una curva de aprendizaje lenta, constituyéndose en una de las cirugías mas complejas para un cirujano plástico. Debe realizarse en quirófanos habilitados, con anestesia y estudios pre quirúrgicos. En la otra vereda, tenemos a la rinomodelación, un procedimiento que se realiza en 5 minutos, en consultorio y que tiene una duración de aproximadamente 9 meses.
Concluyendo, la rinomodelación es un excelente tratamiento ambulatorio si concuerda con un examen riguroso de la región a tratar y el paciente comprende los resultados posibles y sus riesgos concomitantes. Elijan bien a sus médicos tratantes, evitando que médicos de otras especialidades, sin conocimiento de la anatomía, ni suficiente experiencia en el campo sean los que realicen estos tratamientos; pidiéndoles siempre ver el producto que van a utilizar y no basen su elección en una cuestión puramente monetaria. Entre todos podemos elevar la vara de los resultados estéticos.